Hay muchas maneras en que Dios responde a nuestras oraciones.
Lo que
tenemos que hacer es dejar esa parte al Señor y hacer nuestra parte que
es orar a Él, clamar a Él y presentar nuestras necesidades.
Y por eso vemos que Marta y María le piden al Señor: ayúdanos,
socórrenos en vez de quedarse ellas ahí en su crisis apelan a esa
relación de amistad como nosotros debemos apelar a esa relación que
tenemos preferencial en un sentido con Jesús por medio de Su sangre, por
medio de que lo amamos a Él y creemos en Él, y lo adoramos y le
servimos, y tenemos una relación sostenida con Él.
Nosotros debemos aprovechar eso no desperdiciarlo, sino pedir porque
el Señor nos dice
"pedid y se os dará", es el Señor, la Palabra misma
quien nos invita a pedir al Señor y orar a Él, y no desperdiciar ese
recurso que tenemos en toda situación. Dice en toda oración y ruego, así
dice el apóstol Pablo. Es decir en cualquier situación siempre la
oración debe ser un recurso.
Nosotros debemos orar como respiramos siempre: en el carro, en el
supermercado mientras estamos haciendo la compra, antes de comer, antes
de acostarnos, cuando nos despertamos, en la mañana antes de salir al
trabajo, cuando tenemos un problema grande, un problema pequeño nuestra
vida debe ser un contínuo respirar en oración y presentar al Señor
contínuamente toda necesidad y sazonar, y saturar todo aspecto de la
vida con esa relación de diálogo contínuo con el Señor.
Nuestra parte es someter
nuestras peticiones al Señor y entonces descansar, y dejarlo a Él que
responda como Él mejor quiere. Porque muchas veces Él tiene un plan que
nosotros no entendemos, entonces muchas veces Él va a responder con
silencio, con espera. Puede que sea con una luz roja diciendo no. Puede
que sea con una luz amarilla diciendo: hey, poco a poco Yo voy a ir
respondiendo tu necesidad. Puede que sea con una luz verde diciendo:
¿sabes qué? antes de que tú me pidieras ya Yo había comenzado a
responder a esa oración que Yo sabía que tú me ibas a hacer.
Porque fíjense lo que pasa en esta parte. Dice que: "Oyéndolo Jesús"
es decir que la oración de Marta y María llega al Trono de la Gracia,
"Oyéndolo Jesús dijo: esta enfermedad no es para muerte sino para gloria
de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella." Dice que
llamaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro, pero aquí está algo
interesante en el versículo 6 del capítulo 11 de Juan dice: "Cuando oyó
que Lázaro estaba muerto se quedó dos días más donde estaba."
Qué raro esto. El Señor escucha la petición de Marta y María donde le
dicen que Lázaro está muy enfermo, que corra a verlo y entonces ese
señor que se nos dice que ama a Lázaro, a Marta y a María, Jesús, en vez
de correr inmediatamente a la ayuda de ellos dice que decidió quedarse
dos días más en el lugar donde estaba como si no le importara en un
sentido lo que le estaba sucediendo a Lázaro.
Yo creo que por eso es que Juan aclara y dice que amaba Jesús a
Marta, a su hermana y a Lázaro. En otras palabras lo que Juan está
diciendo aquí es: Jesús tenía un gran amor para estos hermanos y sin
embargo antes de eso decidió quedarse 2 días más antes de acceder a la
apremiante petición que ellos le estaban haciendo de socorro inmediato.
¿Qué está pasando en la mente de Jesús en este momento?.
Podemos ver esto tras bastidores a la luz de la Palabra. El Señor
está como montando en el escenario para un gran milagro. Él quiere que
mucha gente crea en Él, que la fé de muchos incluyendo nosotros dos mil
años después leyendo este pasaje, la nuestra y de incontables
generaciones que habrían de leer acerca de este incidente, nuestra fé
creciera. Nuestro conocimiento teológico se ampliara, nuestro
entendimiento de Él, Su poder, Su Gloria, Su amor, Su Señorío, Su forma
compleja de obrar en los eventos humanos se enriqueciera.
Todo esto está en la mente de Jesús cuando Él decide quedarse dos
días más. ¿Por qué dos días más?. Porque ese era el tiempo que se
requería para que Lázaro muriera, que el proceso de descomposición del
cuerpo en el calor del Medio Oriente tuviera su lugar, que pareciera
como que ya no había ninguna esperanza y para que entonces el Señor
pudiera efectuar un milagro de proporciones increíbles, la resurrección
de un muerto y que Su Gloria, Su Señorío, Su poder, Su deidad entonces
estuvieran en plena manifestación a todos los que fueran testigos de
este gran milagro.
¿Qué está pasando aquí?. El Señor está estableciendo el escenario
para demostrar Su Gloria. Y lo hace en un sentido, no voy a decir
jugando porque esa palabra es muy leve pero sí permitiéndose ciertas
libertades con los sentimientos de Marta y María y aún Lázaro que están
diciendo: ven inmediatamente, coge el primer avión y llega lo más rápido
que Tú puedas ¿no?.
¿No pasa así a veces en nuestras vidas?, que nosotros le pedimos al
Señor algo y queremos una respuesta ¡ya!. Sin embargo el Señor se toma
más tiempo de lo que nosotros esperábamos y uno entonces tiende a dudar
de Él, tiende a cuestionar Su amor, tiende a cuestionar Su misericordia.
Pero si nosotros pudiéramos ver tras bastidores como podemos nosotros
en este caso porque tenemos beneficio el beneficio de la Escritura ¿qué
podríamos ver quizás?, a Dios montando el escenario para algo mayor en
nuestras vidas.
Y a veces lo que creemos que es una pérdida sin redención alguna es
el escenario necesario para que nosotros podamos ver la Gloria de Dios
manifestada en una forma mayor y entonces crecer espiritualmente y que
Él pueda ser glorificado a través de nuestra necesidad y nuestra prueba.
Dios es soberano, confiemos en Él y nunca dudemos de Su amor o Su
misericordia.
Tomado de "Dios habla hoy"
Dr. Roberto Miranda: Pastor General de Congregación León de Judá.