Esto me hace pensar, cómo es nuestra actitud hacia lo que Dios nos manda a hacer; somos acaso de los que damos el máximo, o de los que nos conformamos con "estar dentro".
El dar el máximo en el servicio a Dios, implica tener en cuenta nuestro llamado: "Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”
EFESIOS 2:10 (NVI)
Y una vez teniendo claro que nos pide Dios, pues debemos realizarlo con excelencia, dedicando nuestras fuerzas a cumplir lo que el nos ha llamado a hacer.
No importa si nuestro trabajo es el más humilde o el de altos puestos de mando; lo que nos va a distinguir es la calidad, el compromiso y el amor con que hagamos las cosas. No se trata de qué hagamos, sino de cómo lo hacemos.
Dios nos manda en Su Palabra ha realizar todas nuestras acciones basados en la excelencia:
“Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor”.
Colosenses 3:23-24 (Dios Habla Hoy)
¿Cómo estas trabajando hoy, para el día a día? o estás llenando tu vida de actitud positiva y realizando con excelencia tu labor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!