sábado, 7 de abril de 2012

Reflexión sobre un sacrificio.

La mujer rompió su frasco y vertió todo su perfume. Ella pródigamente gastó todo lo que tenía valor para ella. Romper su frasco eliminó completamente cualquier oportunidad de guardar algo para su propio uso, entonces o después. Ella le dio todo lo que tenía-pasado, presente y futuro-a El. Jesús dijo que la gente recordaría su notable amor siempre. Después en la última cena, esas mismas palabras aparecieron otra vez. El quebró su cuerpo y vertió su sangre por nosotros. Este tiempo cuando lea de Jesús diciendo, "haced esto en conmemoración mía," no solo imagine galleta y jugo de uva. Vea la comunión como una imagen de lo que nos llama a hacer. El nos estaba indicando hacer lo que El hizo: ser quebrantado y derramarlo todo. Por completo. No dejar nada en reserva. Renunciar por completo al control. Eso es lo que verdaderamente conmemoraría lo que hizo Jesús. No atesorar un ritual, sino ser un recordatorio. ¿Qué debería ser "quebrantado y derramado" en tu vida?

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